viernes, 16 de noviembre de 2018

Calabazas


CALABAZAS 

La calabaza es en su definición más abarcativa una legumbre de cáscara dura. Esta definición se corresponde con el término botánico anfisarca sensu lato, es decir de ovario súpero o ínfero.cita 1​ Las más conocidas son las que definen varios géneros de la familia de las cucurbitáceas (como Lagenaria y Cucurbita), familia en la que están asociadas al hábito de plantas trepadoras, aunque también se las encuentra en otras familias, los casos más conocidos en el mundo hispano probablemente sean los "árboles de calabazas" Crescentia + Amphitecna, que son dos géneros hermanos de bignoniáceas americanas. Todas éstas poseen variedades cultivadas que característicamente poseen buena conservación de su cáscara para utilidades para el humano (Lagenaria, Crescentia), o del contenido del fruto maduro (Cucurbita).
Todas las calabazas son de tamaño grande.nota 1​ Están adaptadas a ser dispersadas por megamamíferos, animales que pueden quebrar su cáscara.nota 2​ Este tipo de fruto en general define géneros y salvo Lagenaria, de la que aún está en discusióncita 2​ cómo llegó a regiones cálidas y templadas de todo el planeta, las demás poseen una distribución algo más restringida. Ninguna se encuentra en regiones frías.
Calabaza es el nombre usado en España para el fruto del único género que allí había, Lagenaria (originalmente calabazza), del que las variedades cultivadascita 5​ al madurar poseen una cáscara endurecida que permite el almacenamiento del interior con semillas viables por más de un año y que, vaciado, se puede utilizar con fines prácticos no alimenticios. Después del encuentro de España con América, el término se extendió a Cucurbitacita 6​ y a los "árboles de calabazas" Crescentia + Amphitecnacita 7​cita 8​, géneros endémicos de la región, al extender el término a Cucurbita se incluyeron también las variedades que durante el cultivo fueron seleccionadas de cáscara lo suficientemente débil como para que pudiera ser cortada con cuchillo de cocina. Al entrar en la zona amazónica, el término se extendió al género comestible Sicanacita 9​, y en un sentido, a las "ollas" fruto del árbol Lecythisnota 4​, que al madurar se abren espontáneamente en una "olla" que expone las semillas y vaciadas se utilizan como vasijita para guardar la sal. Botánicamente la última es un pixidio. En el mundo oriental, se ha llamado calabaza a Benincasa, la "calabaza china" o "calabaza blanca", una cucurbitácea cultivada que se conserva por uno a dos años. El término se utiliza así en España y se extendió con diferente éxito a los tipos americanos englobados por él, a veces preponderando o conviviendo con los nombres derivados de los nativos.

LAS CALABAZAS Y HALLOWEEN

Aunque es cierto que, en la antigua fiesta de Samhain, los celtas solían utilizar nabos vaciados que llenaban con carbones al rojo o velas como faroles para guiar a los espíritus, la asociación de este tipo de faro vegetal con Halloween proviene del siglo XIX. Los inmigrantes irlandeses que llegaron a Estados Unidos se llevaron con ellos algunas de sus tradiciones y las extendieron con leyendas y cuentos populares como el que nos ocupa para este caso: la historia de Jack O’Lantern.

Cuenta la leyenda que Jack era un hombre ruin y malvado con una fuerte afición por la bebida y una astucia incomparable para salirse con la suya. Un día, el diablo se le apareció para reclamar su alma pero Jack le pidió que se convirtiera en unas monedas para poder tomarse un último trago. Cuando el diablo se introdujo en su bolsillo, Jack metió una cruz de madera y lo atrapó, obligándole a jurar que le daría diez años más de vida en los que no podría hacerle nada. Desesperado, el diablo tuvo que aceptar el chantaje.
Pasados los diez años, el demonio regresó para cobrar su deuda pero, como parece ser que debía hacer siempre antes de sesgar un alma, aceptó cumplir la última voluntad de Jack. Este le pidió que trepara a un árbol y le trajera la manzana que había crecido más alta de todas y, cuando el diablo ya estaba arriba, talló una cruz en el árbol y lo rodeó con pequeñas cruces de madera, atrapándolo de nuevo. Esta vez, consciente de su segunda victoria, Jack le exigió que dejase su alma para siempre.

Con el tiempo, Jack murió y su espíritu fue expulsado del cielo por los múltiples pecados que había cometido en vida. Entonces, buscando refugio, bajó a los infiernos e intentó convencer al diablo de que le acogiera allí. Este, rencoroso todavía, le recordó que no podía poseer su alma y le expulsó del infierno, arrojándole unas brasas que arderían eternamente. Jack las introdujo en un nabo y lo utilizó para alumbrar su camino por la Tierra mientras  busca algún lugar de descanso y reposo para su alma atormentada.
A finales del siglo XIX, esta leyenda ya estaba muy extendida y el Jack O’Lantern era un método para alejar al diablo en las noches de Halloween. Debido a que había un excedente de calabazas en el país y a que eran más fáciles de vaciar y tallar, los nabos fueron siendo sustituidos hasta que la calabaza se convirtió en un símbolo inherente a la propia celebración de Halloween.

Otro relato, probablemente posterior, sugiere que Jack se negó a ayudar a conseguir los ingredientes para preparar una sopa de Halloween a una bruja. Esta, como castigo, impuso una maldición terrible a Jack: una calabaza gigante le engulló y desapareció para siempre. Como consecuencia de esto, la calabaza adoptó rasgos similares al rostro humano.


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